Carlos Alcaraz tuvo que sudar más de lo previsto para doblegar a un incómodo Damir Dzumhur en la segunda ronda del Masters 1000 de Cincinnati. El de El Palmar arrancó con paso firme, arrasando en el primer set (1-6) gracias a un tenis incisivo, con restos profundos y una derecha que hacía daño en cada golpe. Su agresividad desde el inicio le permitió imponer un ritmo que el bosnio no pudo seguir.
Pero la historia cambió radicalmente en el segundo set. Dzumhur, fiel a su historial frente a Alcaraz —siempre capaz de arrebatarle una manga—, aprovechó los errores no forzados del murciano para crecer en pista. Con golpes más arriesgados y aprovechando los despistes de su rival, equilibró el marcador con un contundente 6-2, obligando al número dos del mundo a jugarse el pase en el tercer set.
El tercer set fue un vaivén de emociones. Alcaraz golpeó primero, logrando un break para ponerse 1-3 y consolidando su ventaja hasta el 1-4. El bosnio recortó distancias (2-4) y aprovechó un momento de duda del murciano para romper su saque, situando el 3-4 y reabriendo el pulso. Sin embargo, la reacción del número dos del mundo fue inmediata: otro break para el 3-5 y un juego final al saque sin titubeos que cerró el marcador en 1-6, 6-2 y 3-6.
Sirviendo para cerrar el partido, ‘Carlitos’ no tembló. Un ace en el momento justo y un resto fallido de Dzumhur sentenciaron el 1-6, 6-2 y 3-6 final, que le permite seguir vivo en el torneo y mantener la ilusión de sumar un nuevo título en su camino hacia el US Open.
Ahora, el murciano espera rival entre el neerlandés Tallon Griekspoor y el serbio Hamad Medjedovic, con la lección aprendida de que en Cincinnati no hay partidos sencillos, por mucho que lo diga el ranking.