El Real Murcia está a menos de quince días para el incio de la temporada oficial en su debut liguero frente al Marbella. La pretemporada está siendo positiva porque el equipo ha transmitido que mantiene una idea de juego clara y la confección de la plantilla está muy avanzada. No se descartan retoques si suponen un salto de calidad, pero no se harán movimientos si no se mejora lo que hay.
Esta estrategia responde también al puesto de delantero. El conjunto murcianista lleva semanas rastreando en el mercado en busca de un ariete que convenza. Debe suponer una amenaza para Pedro Benito y Ekain a la par que ofrecer un perfil diferente. Flakus y Unzueta eran dos nombres que gustaban a la dirección deportiva grana, pero que con el paso de los días han ido perdiendo fuerza.
En realidad, el sueño siempre ha sido Flakus. Un delantero muy del gusto de la dirección deportiva. El delantero eslovaco lleva siendo uno de los arietes con más futuro y en Murcia soñaban con un posible regreso. Durante unas semanas se mantuvo viva la esperanza, pero su pretemporada con el primer equipo del Castellón no ha ayudado. Los rumores apuntaban a que podía tener sitio en el primer equipo, aunque otros también le situaban en la órbita de Segunda División.
Lo que está claro es que no se va a parar de buscar un ‘9’, pero se va a hacer con la tranquilidad de que en la plantilla ya hay dos delanteros de mucho nivel y jugadores que también pueden ocupar la doble punta de lanza, aunque no sean arietes puros. Pedro Benito y Cadorini están completando una pretemporada de altos vuelos y han dejado claro que venga quien venga lo va a tener complicado por hacerse con un sitio en el once.
Además, Ekain o Schalk han demostrado ser jugadores que también pueden jugar por dentro. Los cuatro han actuado en posiciones adelantadas durante este verano, aportando dinamismo y verticalidad en el frente de ataque. Pase lo que pase, el Real Murcia tiene todavía casi dos semanas por delante para rematar una plantilla que ya cuenta con argumentos ofensivos. Fichar un tercer ‘9’ sería la guinda. En eso se está, pero no a cualquiera.