El joven piloto murciano, que está completando su segundo año en la clase reina del MotoGP, se muestra satisfecho con su progreso personal pero espera algo más del rendimiento de la moto y del equipo para dar el salto que ansía: ganar. Mientras tanto, su contrato con KTM le deja margen, pero también plantea interrogantes sobre qué harán ambos de cara al futuro.
Acosta reconoce que está dando “el cien por cien” en pista, y que siente haber dado un paso adelante en su pilotaje respecto a temporadas anteriores. Sin embargo, señala que la moto –la RC16 de KTM– aún no permite marcar la diferencia que él entiende como necesaria para lograr la victoria: “Estoy tranquilo, mi nivel lo siento alto, pero sabemos que la moto debe dar algo más”, declaró.
Para él, la clave está en la suma de varios factores: equipo, máquina, fiabilidad y unidad en el garaje. “No todo está en mis manos. KTM sabe que hay que avanzar si queremos ganar o al menos seguir subiendo al podio”, destacó.




















































