Después de casi dos meses sin conocer la victoria en liga, el Real Murcia volvió a sonreír en un duelo cargado de tensión y necesidad. El cuadro pimentonero se impuso por 1-2 al Betis Deportivo en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, un partido que, más allá del resultado, evidenció tanto los progresos como las debilidades que Adrián Colunga tendrá que corregir en las próximas semanas.
El recién estrenado técnico murcianista afrontaba su primer compromiso liguero al frente del primer equipo, tras superar con éxito la eliminatoria de Copa del Rey ante el Antequera. Para su debut en el campeonato, apostó por su esquema habitual con Flakus como referencia ofensiva.
El encuentro comenzó con un Murcia ordenado, dispuesto a aprovechar los espacios que dejaba un Betis Deportivo que controlaba la posesión sin generar verdadero peligro. La estrategia dio frutos pronto: un pase filtrado de Ekain permitió a Flakus batir por arriba al meta local y adelantar a los visitantes. Los granas disfrutaron entonces de sus mejores minutos, con varias ocasiones claras para ampliar la ventaja, aunque sin fortuna en la definición.
Pese al dominio inicial, el segundo tiempo trajo viejos fantasmas. Cuando el filial bético se quedó con diez jugadores por la expulsión de Koré, parecía que el partido estaba encaminado. Pero el Real Murcia volvió a mostrar su fragilidad. Una mala salida de Gazzaniga tras una falta lateral acabó en el empate de Rodrigo Marina, desatando las dudas entre los aficionados desplazados.
Sin embargo, el equipo encontró la recompensa en el tramo final. A falta de cinco minutos para el cierre, un centro preciso de Jorge Mier encontró de nuevo a Flakus, que firmó su doblete y el triunfo. Esta vez, el Real Murcia sí supo manejar los minutos finales, incluso rozando el tercer gol con un tanto anulado a Pedro Benito por fuera de juego.
El 1-2 final supone mucho más que tres puntos. Es la segunda victoria consecutiva desde la llegada de Colunga ,tras la lograda en Copa. Con 10 puntos en el casillero y dos partidos seguidos en casa, los granas aspiran ahora a confirmar que el sufrimiento en Sevilla puede marcar el punto de inflexión que tanto esperaban.



















































