Pedro Acosta volvió a dejar claro en el Algarve que su desembarco en MotoGP no es un experimento, sino una confirmación. El piloto murciano del GasGas Tech3 afrontó el Gran Premio de Portugal con la determinación de quien se sabe cerca de la cima, y lo demostró a lo largo de un fin de semana en el que solo le faltó la guinda de la victoria.
Desde los primeros entrenamientos libres, Acosta mostró un ritmo competitivo y una confianza creciente con su moto. El viernes, pese a reconocer que seguían existiendo problemas con la degradación del neumático trasero, el español se mantuvo constantemente en los tiempos de cabeza. En clasificación se quedó a escasas décimas de la pole, asegurando una posición de privilegio para las dos carreras del fin de semana.
El sábado, en la Sprint Race, Pedro ofreció un recital de agresividad y control. Desde la salida se mantuvo entre los primeros y no tardó en superar a varios rivales hasta ponerse en cabeza. Durante las últimas vueltas libró una intensa batalla con Álex Márquez, en la que ambos se intercambiaron adelantamientos al límite. Finalmente, el del GasGas cruzó la meta segundo, a solo una décima del catalán. Fue una de esas carreras cortas que dejan sabor a victoria.
Este domingo, ya en la carrera principal, Acosta repitió una salida explosiva y se situó de nuevo en la pelea del grupo delantero. Durante las primeras vueltas se mantuvo tercero, presionando a los líderes y aprovechando cada mínima oportunidad. Sin embargo, el trazado de Portimão —exigente con el tren trasero y las curvas largas— volvió a poner a prueba su moto. El ritmo decayó ligeramente en la parte final, pero el murciano supo defender su posición con inteligencia, terminando dentro del podio, consolidando así uno de sus fines de semana más sólidos desde que llegó a MotoGP.
“Estamos cada vez más cerca. Falta poco, pero este es el camino”, declaró Acosta al bajarse de la moto, con una sonrisa que mezcla ambición y paciencia. No hubo victoria, pero sí una demostración de carácter, ritmo y madurez. Portimão ha sido, más que un podio, un punto de inflexión, la confirmación de que Pedro Acosta ya es uno de los hombres fuertes del campeonato.


















































