El Real Murcia afronta este sábado (14:00 horas) una nueva salida liguera con la intención de confirmar su reacción definitiva en la Primera Federación. El cuadro grana visita El Maulí en uno de esos encuentros que, pese a disputarse en las primeras jornadas, adquieren tintes de trascendencia al enfrentar a dos equipos separados por un solo punto y que pelean por alejarse de la zona comprometida de la tabla.
Los pupilos de Colunga llegan decimocuartos con una ligera ventaja sobre el Antequera, pero lo hace en un momento radicalmente distinto al de semanas atrás: cinco jornadas sin perder, siete puntos de los últimos nueve y la sensación de haber recuperado su identidad desde la llegada de Adrián Colunga.
El técnico asturiano ha cambiado por completo el ánimo del vestuario desde su debut, precisamente en un duelo frente al Antequera en la Copa del Rey. En liga, su propuesta también ha empezado a dar frutos. El último encuentro, un empate sin goles ante el CD Teruel, mostró a un equipo dominador del balón, decidido a llevar el peso del juego y más sólido en campo propio.
En la previa del choque, Colunga destacó la confianza mostrada por la directiva hacia su persona: “No cambia absolutamente nada a nivel de trabajo, agradecer la confianza al presi y a Pedro Asensio. Me lo tomo igual que cuando estaba de interino, siempre digo lo mismo, independientemente de tu situación uno lo tiene que dar todo”
A esa evolución futbolística se le contrapone un contratiempo que empieza a condicionar las convocatorias: las bajas, el capitán Alberto González se ha unido esta semana a una lista ya poblada, en la que también figura la ausencia de Saveljich, recientemente operado.
A ellos se suman las dudas de Moyita, Piñeiro, Zeka y Jaso, lo que obliga a Colunga a recomponer la defensa y ajustar su pizarra para mantener el nivel competitivo del equipo. Pese a ello, el vestuario mantiene el optimismo y se aferra a la inercia positiva para dar continuidad a un momento que ha devuelto la confianza y la ambición al entorno murcianista.
El plantel andaluz, recibe a los granas en plena necesidad de reencontrarse con la victoria. El conjunto de Abel Gómez acumula cinco jornadas sin ganar, una racha que ha complicado su situación clasificatoria y que le mantiene en la decimosexta posición. Sin embargo, su rendimiento como local continúa siendo un punto de apoyo: solo han cedido una derrota en casa en los últimos dos meses, su último partido dejó la sensación de oportunidad perdida, acabando en empate a uno ante el filial hispalense.
A diferencia del Real Murcia, el cuadro andaluz llega al partido sin bajas significativas, por lo que Abel Gómez podrá contar con todo su plantel para preparar un duelo en el que, además, aparece el componente emocional.
La reciente eliminación en la Copa del Rey ante los murcianistas ha dejado un poso de revancha que el vestuario local quiere transformar en impulso competitivo. Ambos equipos han firmado un historial reciente de máxima igualdad: dos victorias para cada uno, incluyendo el triunfo del Real Murcia en esa eliminatoria copera.



















































