El Jimbee Cartagena Costa Cálida regresa a la competición doméstica enfrentando un nuevo reto mayúsculo, la visita a A Malata para medirse a O Parrulo Ferrol. Los de Duda se miden a la gran revelación del curso (sexto con 19 puntos), un equipo que se ha instalado en la zona noble y que está en plena lucha por clasificarse para la Copa de España.
El partido llega para el Jimbee en un momento delicado en Liga, tras encadenar dos tropiezos consecutivos (empate en Jaén y derrota en casa ante Valdepeñas) que le han alejado siete puntos del líder, ElPozo Murcia. La misión en Ferrol es clara, proteger la tercera posición y recuperar las buenas sensaciones en Liga antes de afrontar el crucial derbi del martes ante el conjunto murciano.
El fortín del novato peligroso
O Parrulo Ferrol, dirigido por Gerard Casas, se ha convertido en un bloque fiable, descarado y con un ritmo de juego que sorprende a los rivales. La última muestra de su crecimiento fue el triunfo por 3-5 en Tudela. Los gallegos llegan a la cita en su mejor momento, con tres victorias consecutivas y solo cuatro derrotas en total.
En un pabellón que vive ilusionado el regreso de su equipo a la élite, el Jimbee Cartagena deberá imponer su ritmo y pegada para evitar ser sorprendido por un rival que tiene en su fortín uno de sus puntos fuertes.
Examen exigente tras la Champions
El cuadro portuario regresa a la Liga tras cumplir con autoridad en Malta (1-9 al Luxol St.Andrews) en la ida de los octavos de final de la UEFA Futsal Champions League. Sin embargo, el regreso a la competición doméstica coincide con un factor de desgaste evidente, el larguísimo desplazamiento hasta Ferrol, un viaje que siempre deja huella a nivel físico y mental.
El técnico Duda podrá contar con prácticamente todo su arsenal para un encuentro que exige máxima intensidad y concentración desde el primer minuto. Solo Renato, que se recupera de su lesión de larga duración, permanece fuera de combate.
Un triunfo en Ferrol permitiría al Jimbee llegar al derbi del martes ante ElPozo Murcia con la moral reforzada y la sensación de haber dejado atrás la minicrisis doméstica.



















































