El Jimbee Cartagena Costa Cálida se sumerge esta noche en el desafío de la Copa del Rey, un título que aún se le resiste, debutando directamente en los octavos de final. El rival que visitará el Palacio de los Deportes será el Servigroup Peñíscola FS, un duelo que, a pesar de la disparidad en la Liga, esconde una rivalidad latente y un recuerdo doloroso para la afición melonera.
El Jimbee, que llega con la moral alta tras sellar su pase a los cuartos de la Champions, parte como favorito. Sin embargo, la competición copera, a partido único, «no entiende de clasificaciones ni dinámicas ligueras», tal y como advirtió Rafa en la rueda de prensa previa.
Un rival que es «campeón» y verdugo
El Peñíscola FS atraviesa un momento delicado en Liga, donde marcha decimotercero. Pese a ello, el equipo de Castellón tiene un palmarés que le otorga respeto, es el vigente campeón de la Copa de España.
Además, el conjunto azulón fue el verdugo del Jimbee en la pasada edición de la Copa del Rey. El recuerdo de aquellas eliminaciones es una «espina clavada» en el vestuario cartagenero, que busca saldar cuentas ante un rival al que ya venció 5-1 en la Liga en septiembre y al que se volverá a medir en enero en la semifinal de la Supercopa.
El segundo entrenador, Rafa Fernández, analizó al rival: «Es verdad que perdió a varios jugadores destacados, pero sigue siendo un rival intenso, con defensa fuerte y pívots dominantes como Juanqui y Sancho.»
El Jimbee llega al encuentro en buenas condiciones físicas y mentales. El equipo no tiene excusas para no dar su mejor nivel en una eliminatoria donde el margen de error es nulo. La afición cartagenera, que ha demostrado ser un pilar fundamental en las últimas semanas, será crucial esta noche. El club confía en que el calor del Palacio impulse al equipo para asegurar un puesto en los cuartos de final y mantener viva la ambición de pelear por un título que se juega en casa y que exige la «mejor versión» del Jimbee.



















































