El tenista español Carlos Alcaraz reiteró una vez más que le encantan los eventos por equipos como la Copa Laver, sobre todo porque le parece una buena oportunidad para conocer fuera de la pista a muchos de los que suelen ser sus rivales durante la temporada. El murciano celebró además haber jugado «excelente» el domingo decisivo, aunque no bastara para que Europa le arrebatase el título al combinado del Resto del Mundo.
«La primera razón por la que me encanta la Copa Laver es porque tengo la oportunidad de formar un equipo con jugadores contra los que compito durante el año. Y cuando nos vemos durante los torneos estamos solos con nuestro equipo, así que no podemos conocernos. Aquí puedo conocerles como personas fuera de la pista, lo que es genial», señaló Alcaraz en rueda de prensa.
En este sentido, reconoció que esta experiencia le sirve para aprender de sus rivales: «cómo hacen las cosas, cómo encaran los partidos, todo». «Y estar ahí para apoyarles también me parece genial. Me encantan los eventos por equipo, me dan una energía que no solemos tener durante todo el año, lo cual para mí es una gran experiencia. Por eso me encanta la Copa Laver», afirmó.
El número uno del mundo admitió que el sábado fue «una noche difícil» por su derrota ante el estadounidense Taylor Fritz y «un día complicado en general» porque el equipo perdió el resto de partidos. «Normalmente cuando pierdes en un torneo, estás fuera, pero aquí pierdes y tienes otra oportunidad de mejorar y de ayudar al equipo con los puntos. Incluso más aquí que el día anterior porque en los partidos se reparten tres puntos», remarcó.
«Así que tenía que estar preparado, olvidar que había perdido y aprovechar todo lo bueno que hice en ese partido. Intentar jugar igual y aceptar lo malo de la derrota sólo para mejorar», añadió.
El domingo ayudó con el punto en dobles junto al noruego Casper Ruud y también en individuales ante el argentino Francisco Cerúndolo. En este sentido, considera que jugó «un tenis excelente, tanto en dobles como en individuales» y que no habría dudado en disputar el dobles definitivo si Alexander Zverev hubiese vencido a Fritz en el último partido. «Sí, estaba cansado, pero estaba listo. El equipo discutía quién iba a jugar dobles, pero si me necesitaban, estaba preparado para jugarlo», confesó.