Carlos Alcaraz no se dejó sorprender por la atmósfera de la Central ni por el empuje de un debutante británico con alma de rebelde. El número dos del mundo doblegó sin fisuras a Oliver Tarvet (6-1, 6-4, 6-4) en poco más de dos horas de juego, en un duelo que sirvió para reafirmar su candidatura al título en Wimbledon y estirar su racha triunfal hasta las 20 victorias consecutivas.
El encuentro arrancó con la contundencia habitual del español, que no tardó en marcar diferencias. Con un tenis directo, agresivo y preciso, Alcaraz pasó por encima del joven Tarvet en un primer set de 43 minutos. El británico, arropado por una grada respetuosa pero entregada, tardó en soltarse, pero fue capaz de dar batalla en los dos siguientes parciales. Incluso logró un quiebre de inicio en el segundo set, celebrándolo como si fuera un título. La ilusión duró poco, Carlitos reaccionó con autoridad y recuperó el control.
El partido tuvo momentos memorables. El murciano firmó puntos de auténtico genio, como un “banana shot” cruzado en carrera o una volea en plancha que evocó a las leyendas del torneo. Tarvet, lejos de rendirse, mostró carácter, piernas y valentía para pelear cada punto como si fuera el último. El público lo reconoció con aplausos cerrados en varias fases del partido.
Tras sellar el pase a tercera ronda, Alcaraz elogió a su rival: “He tenido que jugar mi mejor tenis. Me ha encantado su juego en su primer partido en esta pista”. El murciano también valoró el ambiente: “No es fácil jugar contra un británico aquí, pero la gente ha sido muy respetuosa”.
Con este triunfo, Alcaraz suma 16 partidos ganados de forma consecutiva sobre hierba. Su próximo rival saldrá del duelo entre Felix Auger-Aliassime y Jan-Lennard Struff. A este ritmo, Wimbledon vuelve a tener claro quién es el campeón a batir.