Carlos Alcaraz jugará mañana la final del torneo de Queen’s. El murciano, número 2 del mundo, firmó una victoria convincente ante Roberto Bautista por 6-4 y 6-4 en un partido que, más allá del resultado, representó un simbólico traspaso de poderes entre dos generaciones del tenis español.
Bajo un cielo cambiante en Londres, Alcaraz impuso su ritmo desde el inicio con un saque intratable —sumó más de una decena de ‘aces’— y una agresividad constante al resto. Bautista, fiel a su estilo, no se rindió nunca y peleó cada bola con la templanza del veterano, pero no logró frenar el vendaval del de El Palmar, especialmente cuando Carlos pisaba pista con el servicio en la mano.
Ambos sets se decidieron con una única rotura de servicio a favor de Alcaraz, suficiente para sellar su pase a la final. En los momentos clave, el murciano elevó su nivel, demostrando que su adaptación a la hierba ya es una realidad.
Con esta victoria, Alcaraz se medirá en la final a Jiri Lehecka, verdugo en semifinales del británico Draper. El checo se presenta como un rival exigente: en su historial frente a Carlos figura un triunfo para cada uno, aunque su balance contra Bautista era claramente desfavorable, lo que convierte al murciano en ligero favorito de cara al duelo definitivo.
En cualquier caso, Queen’s ya tiene asegurado un cierre de altura con uno de los jóvenes más prometedores del circuito enfrentándose a uno de los talentos más sólidos de esta gira sobre hierba. Alcaraz quiere sumar un nuevo título y seguir afinando su juego de cara a Wimbledon, donde su ambición no conoce límites.