La temporada arrancaba como un auténtico desafío para el Lorca Deportiva. De hecho, pocos confiaban en que el conjunto de la ‘Ciudad del Sol’ pudiera competir en Segunda Federación. Una desconfianza que se acrecentó tras conseguir solo dos de los primeros quince puntos en juego. A la falta de resultados, se sumaban las sensaciones negativas y un futuro, demasiado negro.
Sin embargo, el fútbol es caprichoso, y lo que ha acontecido en el vestuario lorquino es una de esas transformaciones de época. La metamorfosis comenzó en Águilas. Una semana después, en Linarejos, el Lorca cosechó la primera victoria de la temporada con una autoridad inesperada ante el Linares Deportivo (1-3). Al primer triunfo de la temporada, le siguieron los cosechados ante CD Estepona, Puente Genil, Deportiva Minera y Xerez CD. En resumen, Cinco victorias seguidas, dieciocho puntos totales y cuarto clasificado a solo cuatro puntos del líder.
Pese a la euforia, el discurso del club sigue siendo alcanzar los 45 puntos que garanticen la permanencia. Con 18 ya sumados, faltan todavía 27 para sellar la salvación. Aún así, nadie en la ‘Ciudad del Sol’ se conforma con la salvación. Precisamente, el Artés Carrasco juega un papel clave en las próximas jornadas pues UD Melilla y Atlético Malagueño visitan Lorca en horas bajas.
La dirección deportiva, mientras tanto, mantiene los pies en el suelo. No se lanzan las campanas al vuelo, pero hay plena convicción de que la plantilla será reforzada en el mercado de invierno. La posición clasificatoria no condicionará los movimientos: se trabaja tanto para evitar apuros como para preparar un eventual asalto a la promoción de ascenso. El club no quiere quedarse a medio camino



















































