No hubo show en el primer partido de Carlos Alcaraz en el US Open. Algo previsible dado la condición de cañonero del gigantón Opelka, líder del año en saques directos. Lo lógico era que ganara el español y lo hizo con autoridad, de una manera muy práctica, en poco más de dos horas: 6-4, 7-5 y 6-4.
“En general, creo que he hecho una gran actuación hoy. Sientes que nada depende de ti, sino de él, por su forma de jugar desde el fondo. Tienes que estar centrado, meter los restos e intentar ganar los puntos en los que te permita jugar desde el fondo. Es complicado siempre contra alguien que no te deja jugar tu tenis”, dijo el tenista murciano.
El caso es que el marine Alcaraz, con el aspecto fornido y marcial, acentuado por el corte de pelo y la camiseta sin mangas, superó el estreno en un Grand Slam por 19ª vez en sus primeras 19 apariciones, algo que solo consiguieron en su día Bjorn Borg y Rafa Nadal. El miércoles se enfrentará a Mattia Bellucci.
No es fácil no ganar un punto al resto en todo un set. Pues eso es lo que hizo Opelka en el primero. Horroroso en las devoluciones, el americano fue incapaz de generar la más mínima inquietud contra los servicios de Alcaraz. Era difícil que el de El Palmar continuara tan firme al saque y que Opelka no espabilara, aunque fuera un poquito, al resto. Por eso la segunda manga fue más larga y competida.
El encuentro languideció en el tercer parcial. Hasta el murmullo constante, habitual en la cancha neoyorquina, disminuyó. A todo esto, los jugadores seguían compitiendo, en intercambios cortos, hasta que un revés ajustado de Alcaraz despertó al respetable antes de que Opelka le pusiera el triunfo en bandeja al número dos del mundo con una doble falta.