Algo tiene que cambiar. De no hacerlo, no habrá ascenso al final de la temporada. La inercia se mantiene. El Real Murcia no es capaz de enlazar dos victorias seguidas. Pero siendo ese un problema serio, lo más grave es que sigue sin dar imagen de poderío, de ser un claro favorito al salto de categoría. Han cambiado las caras de los protagonistas, pero las prestaciones del bloque se mantienen.
Sin presencia ofensiva, sin implicación en el juego de ataque y sin control de la pelota se volvió a repetir eso tan alarmante que son las facilidades atras, los errores groseros de gol. La dirección deportiva confía en que todo sea fruto del momento de la temporada que atraviesan la mayoría de los clubes, que aún juegan a ritmo de pretemporada porque el curso es muy largo, sobre todo para los aspirantes al ascenso a LaLiga Hypermotion.
Urge, como mínimo, conseguir una nueva victoria ante el Atlético de Madrid ‘B’. Desde el 4 de mayo el conjunto pimentonero no suma dos triunfos de manera consecutiva. En aquella, ocasión el cuadro de Fran Fernández conseguía imponerse al Villareal ‘B’ en el Enrique Roca (1-0) y al Intercity en Alicante (0-1). Desde entonces, nada.
Para ello será necesario encontrar un sello, un modelo que justifique la presencia de todos los jugadores sobre la cancha, que favorezca su mezcla en positivo y valga para gobernar las contiendas. La excusa ya no puede ser la falta de efectivos (o los detalles). Tampoco la adecuación a la categoría.
La primera jornada dejó detalles prometedores, pero la forma de caer en el Banús Football Center aviva recuerdos funestos del ejercicio anterior. En cinco días regresa la competición. Los murcianos visitan la Comunidad de Madrid para enfrentarse al filial colchonero, que perdió con el FC Cartagena en el Cartagonova (3-2) y que no pasó del empate a cerso en su debut ante el Sanluqueño (0-0).