El Trofeo ‘Playa y Sol’ se quedó en Águilas tras la tanda de penaltis en un partido donde los aficionados tuvieron que esperar hasta el final del encuentro para ver goles. Un amistoso tan igualado como descafeinado entre el anfirtrión y su eterno rival, con un cartel que mezcla el Castillo de Lorca con la Isla del Fraile, y con la sensación palpable en el ambiente de torneo estival agónico organizado por inercia, que se resiste.
Una cita que más que fiesta de verano ha quedado como mero partido de presentación en casa del nuevo Águilas tras las vacaciones. En este caso, tras el fiasco de la temporada pasada, un equipo «con hambre, con compromiso…», aunque todavía en fase de reconstrucción. Ante un rival de su misma categoría Segunda RFEF, el Lorca Deportiva.
En resumen, partido con ritmo que no se decantó hasta la segunda mitad. Habría que esperar al último cuarto de hora para ver goles en el vetusto estadio aguileño. Peque adelantó a los visitantes con un disparo desde fuera del área, un tanto que espoleó a los locales que fueron capaces de empatar con un gol del aguileño Escarabajal. Así se llegó a una tanda de penaltis en la que Salcedo emergió para dejar el Trofeo ‘Playa y Sol’ en la localidad costera.