El XXI Congreso Nacional del Partido Popular ha finalizado este sábado en Madrid con la reelección de Alberto Núñez Feijóo como presidente del partido. Con un respaldo de casi el 100 % de los compromisarios, el líder gallego ha cerrado un cónclave sin fisuras, proyectando una imagen de unidad total y de ambición política inmediata, ya que no se resigna a esperar las elecciones y quiere provocarlas.
Feijóo ha cerrado filas con los suyos desde el centro de IFEMA, rodeado por los principales barones regionales y una militancia entusiasta. El mensaje ha sido claro: el proyecto está cohesionado, el liderazgo reforzado y la maquinaria política en marcha. “España necesita un cambio, y el PP está preparado para ofrecerlo ya”, ha sentenciado desde el atril en una intervención cargada de tono institucional, pero también de energía electoral.
El nuevo equipo directivo también marca un giro relevante. Miguel Tellado asume la secretaría general, y Ester Muñozserá la nueva portavoz parlamentaria. La combinación de fidelidad a la dirección y capacidad para marcar perfil propio refuerza un mensaje interno: no habrá espacios difusos ni fracturas. Solo un camino y es el del desgaste constante al Gobierno y ocupación firme del centro político.
Junto a Feijóo, Isabel Díaz Ayuso ha intervenido en la clausura con su habitual tono directo. Sin mencionar nombres, pero sin necesidad de hacerlo, ha acusado al actual Ejecutivo de “intentar eternizarse en el poder” y de utilizar las instituciones “para esconder el fracaso político”. Su intervención no solo ha servido para reafirmar su liderazgo en Madrid, sino también para afianzar su papel como una de las voces más influyentes del nuevo PP.
Durante todo el congreso, el ambiente ha sido más el de una convención de partido en campaña que el de un encuentro orgánico. No ha habido críticas internas ni debates ideológicos visibles. Todo el foco ha estado en la reelección de Feijóo, en la puesta en escena de unidad absoluta y en la activación de una estrategia de desgaste político al Gobierno de Sánchez.
El congreso no ha buscado resolver tensiones, porque no las ha mostrado. Ha buscado lanzar un mensaje de poder, disciplina y preparación para gobernar. Feijóo ha salido reforzado, Ayuso ha sumado presencia, y el PP ha logrado colocarse en el centro del tablero con un relato claro y una estructura renovada. La estrategia ya está en marcha. Y el primer paso se ha dado en Madrid, el congreso de la reelección ha sido también el de la activación electoral.