Ignacio Jáudenes, concejal de Hacienda, Educación y Cultura del Ayuntamiento de Cartagena, atiende a MurciaEconomía convencido de que el equilibrio presupuestario y la ambición cultural no solo son compatibles, sino imprescindibles para construir una ciudad dinámica y en crecimiento.
Desde su etapa escolar, Jáudenes ya mostraba inclinación por la representación y el servicio público. “Siempre me gustó ayudar a los demás”, recuerda. Fue delegado en el colegio, en la universidad, y también ocupó puestos de coordinación en el ámbito académico. “Me hice coordinador de Cultura y Estudio de Derecho en la Universidad de Murcia (UMU) y luego delegado de facultad. Era la más numerosa de toda la UMU”. Esa vocación temprana derivó en una militancia activa que comenzó antes incluso de afiliarse formalmente al Partido Popular, con 18 años.
A pesar de haber aprobado una oposición como técnico de administración general del Ayuntamiento, su implicación política fue ganando peso hasta integrarse en el equipo de gobierno. “Es un privilegio trabajar por y para los vecinos, por las calles, plazas y barrios de Cartagena”, afirma. Ese compromiso se extiende ahora a tres áreas cruciales: Hacienda, Educación y Cultura.
“Todo lo que se destina a cultura lo entendemos como una inversión”, defiende con firmeza. Y no sólo económica: “El Rock Imperium, por ejemplo, trajo 50.000 personas y un retorno de 15 millones, pero también aporta capacidad crítica, decisión y libertad”. Para él, cultura y sostenibilidad financiera no son excluyentes: “Hemos reducido la deuda en 20 millones en cuatro años y tenemos una hacienda estable y solvente”.
De cara al resto de legislatura, Jáudenes tiene clara su hoja de ruta, que es consolidar Cartagena como un referente cultural a nivel nacional e internacional. Para ello, el Ayuntamiento impulsa tanto programación como infraestructuras. Menciona, por ejemplo, “la reforma del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, el Cine Central o la Casa de la Cultura. El objetivo es garantizar espacios dignos para colectivos y asociaciones y acercar la oferta a todos los barrios, sin importar dónde vivan los cartageneros».
Además, se muestra crítico con el Gobierno central por la demora en las entregas a cuenta, más de 12 millones que asegura, “nos corresponden por justicia”. Aun así, recalca que el Ayuntamiento “tiene pulmón” para afrontar esta situación sin renunciar a los proyectos. “No es un regalo de nadie, es ley”, concluye con firmeza.
En sus palabras, cultura, gestión y compromiso con la ciudad no son líneas paralelas: se cruzan, se refuerzan y, sobre todo, se viven con pasión.