A José Miguel Luengo no le tiembla la voz cuando habla del Festival Internacional de Jazz de San Javier. Lo ha visto crecer, consolidarse y convertirse en una de las grandes citas del verano en el panorama nacional. “Tiene muchas cosas que lo hacen singular y único. Fue pionero en su momento, hace 26 años, cuando no era tan conocido como lo puede ser ahora”, recuerda.
La clave, asegura, está en el compromiso de los equipos municipales. “Es una gestión pura del Ayuntamiento, con sus funcionarios, que además de hacer sus tareas propias, han sido capaces de sacar este festival y traer lo mejor del mundo durante todas estas ediciones”. Ese esfuerzo sostenido ha conseguido que más de 300 personas hayan adquirido ya su abono para esta edición, “y que haya miles que ya tienen como costumbre que alguna noche de su verano se pase en el Parque Almansa”.
Pero la cultura en San Javier no se detiene cuando acaba el jazz. San Javier es una de las grandes locomotoras del turismo murciano, no sólo por este festival ni por el Festival de Teatro, Música y Danza que llegará en agosto, sino también por el gran festival aéreo ‘Aire 25’ que tuvo lugar hace unas semanas, el 14 y 15 de junio.
Y no son los únicos. “Antes ya tuvimos aquí la Ford Rally, un evento de motos custom que lleva diez años atrayendo a más de 3.000 moteros de toda Europa el último fin de semana de mayo”.
El festival aéreo, organizado este año por el Ejército del Aire y con la colaboración del Ayuntamiento, con motivo del 40 aniversario de la Patrulla Águila, también forma parte del calendario que el consistorio quiere consolidar. “Queremos que permanezca todos los años. El año que viene será otra vez el Ayuntamiento quien lo proponga. Por lo tanto, tenemos festivales por tierra, mar y aire… y casi en todos los meses del año hay una actividad cultural o deportiva”.
La estrategia está clara: “Queríamos lograr un municipio vivo, dinámico, que se atreve casi con cualquier evento, y que genera promoción, turismo, economía y oportunidades”.
A esa agenda se suma este año un hecho que quedará marcado en la historia del municipio: la estancia de la Princesa Leonor en la Academia General del Aire. “Será una ocasión histórica. Estará aquí desde el 1 de septiembre hasta mediados de julio de 2026, y volveremos a vivir algo parecido a lo que ocurrió en el curso 88-89, cuando el Rey Felipe VI recibió su Real Despacho en San Javier”.
De vuelta al jazz, y ante la difícil tarea de elegir una actuación entre todas las programadas, Luengo se detiene en una: “Mariza puede ser una noche muy especial y muy bonita. La llaman la reina del fado y seguro que será una de esas noches mágicas en el auditorio de verano. Espero una noche estrellada, con 1.500 personas entregadas a esa voz… de esas que guardamos todos en la memoria y que hacen tanta afición. Eso consolida el festival”.
¿Le queda algún deseo por cumplir? Sí, uno: que el festival salga aún más a la calle. “Desde hace poco se celebra en la Plaza de España, en la explanada Barnuevo o en el puerto Tomás Maestre, pero me gustaría ver aún más música en la calle: grupos tocando en las plazas, en el paseo marítimo, chavales del conservatorio que participen de forma activa. Creo que tenemos que ir por esa línea”.
Y aunque el calendario cultural de San Javier es amplio, hay dos nombres propios que destacan: jazz y teatro. ¿Con cuál se queda? “Le tengo un cariño extraordinario al Festival de Teatro, Música y Danza. Tiene una tradición de 55 años y lo he disfrutado desde que era un niño. El jazz lo he descubierto quizá ahora, por estar en la alcaldía y por la obligación de mantenerlo y potenciarlo. Pero si me das a elegir, que es una faena (risas), te diría que los dos… pero un poco más el de teatro”.
Justo ahí, entre el Teatro de Invierno, el auditorio y el conservatorio, el alcalde se despide con una sonrisa: “Me encanta veros aquí dándole difusión al festival… esta es nuestra pequeña Ciudad de las Artes”. Y con eso, San Javier se entiende solo.