El Cross de Cabo de Palos ya no es solo una carrera: es una tradición veraniega, una postal viva que cada mes de julio fusiona deporte, turismo y solidaridad. Este sábado, una auténtica marea humana —tan amplia como el propio mar de Levante— inundó las calles del pintoresco pueblo costero. El evento reunió a casi 1.500 corredores en su decimoquinta edición, organizada por el Club Atletismo La Manga con la colaboración de los ayuntamientos de Cartagena y San Javier. El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Cartagena, José Martínez Hernández, asistió a la cita, que se ha consolidado como una de las pruebas populares más multitudinarias del litoral murciano.
En la categoría masculina, el más rápido fue Víctor Requena, del UCAM Cartagena, que completó el recorrido urbano de seis kilómetros en un brillante tiempo de 20 minutos y 28 segundos. Le siguió su compañero de equipo Khalid Hardaoui con 21:25, que se impuso en un ajustado final a Sergio Garijo, del Grupo Alcaraz, por apenas un segundo.
El ‘Top Ten’ masculino lo completaron Arias Guedon (Unión Atletas de Almería), Rubén Serrano (UCAM Cartagena), Raúl Martínez (ADA Abarán), Alberta González (CA Puertas Lorca), José Antonio Agüera (Runtritón), Alfonso Cavas (Trirunner) y Jesús Nicolás (Comemillas), todos aclamados por un público numeroso, sobre todo en el Paseo Dimas Ortega.
En féminas, la gran vencedora fue Eva María Sánchez, del CDA Tarancón, que cruzó la meta en 24:40. La siguieron María Luisa Ortín (Nogalte Hogar Puerto Lumbreras) con 25:55 y Almudena García (CAB Puerto de Alicante), que paró el crono en 26:25. Ana María Almela, Inma Tonda, Inmaculada Pagán, Tania Galindo, Eguzkine Aspiazu, Ana Isabel Fernández y Minerva González completaron las diez primeras plazas.
El evento, además de ser puntuable para la I Liga Carthago Running League y la XII Liga Running Challenge, volvió a demostrar su cara más solidaria, ya que los beneficios se destinarán a asociaciones de la comarca. La afluencia masiva de público provocó importantes atascos, a pesar del dispositivo especial de tráfico. Pero ni eso empañó una jornada en la que Cabo de Palos vibró al ritmo de las zapatillas.