Pedro Arribas, hasta hace poco presidente del Rayo Majadahonda, ha irrumpido en el fútbol murciano con un golpe de efecto con la compra del 100 % del FC Cartagena. La operación, cifrada en torno a los seis millones de euros y realizada a través de Inversiones Arrisanz S.L., ya ha comenzado con una señal inicial de 300.000 euros. La fase final está en marcha y se prevé una presentación pública del nuevo proyecto en los próximos días. Sin embargo, el aterrizaje del empresario madrileño llega acompañado de una mochila cargada de dudas y polémicas.
Inversiones Arrisanz fue constituida en septiembre de 2023 con un capital social de apenas 3.000 euros y comparte sede en Madrid con una red de sociedades del mismo entorno dedicadas a la formación. Varias de ellas, como HL Retadesarrollo o Avanza Formación y Empleo, han sido denunciadas por Comisiones Obreras ante FUNDAE y el SEPE por ofrecer cursos presuntamente fraudulentos a pequeñas empresas. El esquema, según las denuncias, consistía en contactar con pymes simulando obligaciones legales de formación, exigir pagos de entre 400 y 600 euros, y no impartir los cursos.
Una de las víctimas fue un fisioterapeuta del propio FC Cartagena, que abonó 600 euros por una formación que nunca se llevó a cabo. El sindicato cifra en más de un centenar las empresas implicadas en esta práctica, con Pedro Arribas y su socio José María Sanz como administradores, apoderados o personas de control en muchas de ellas.
Además, Inversiones Arrisanz no tiene inmuebles registrados a su nombre ni acredita patrimonio conocido más allá de sus participaciones societarias. Tampoco figura ninguna empresa inmobiliaria directamente vinculada a Arribas, lo que refuerza las dudas sobre la capacidad real del grupo para sostener un proyecto de la magnitud del FC Cartagena. En junio de este año, el empresario fue revocado como apoderado de su propia firma, lo que indica una posible reestructuración interna.
En el ámbito deportivo, la trayectoria de Arribas tampoco ayuda a despejar el escepticismo. Su etapa al frente del Rayo Majadahonda se cerró con un descenso a Segunda Federación y una contundente eliminación en los playoff de ascenso. Semanas después, vendió el club a un empresario mexicano y centró su mirada en Cartagena.
A pesar de todo, el nuevo propietario ha prometido modernizar la estructura del club albinegro y apostar por una gestión sostenible y ambiciosa. De momento, el actual consejo de administración —formado por Paco Belmonte y Manuel Breis— permanecerá de forma transitoria para garantizar una transición sin sobresaltos. Después, llegará un nuevo equipo directivo vinculado a Arribas.
La clave estará en saber si el empresario puede desligarse de su pasado más opaco y demostrar, con hechos, que su proyecto para el FC Cartagena es serio, viable y transparente. Porque en el Cartagonova, después de años de altibajos, no bastan ya las palabras.